Medellín, 1 de julio de 2025.
El comercio mundial vive un giro trascendental. En medio de tensiones tecnológicas y disputas arancelarias, Colombia se encuentra navegando este nuevo escenario con oportunidades y desafíos que redefinen su papel en la economía global. Solunion Colombia, líder en seguros de crédito y gestión del riesgo comercial, lo analiza en su más reciente informe.

Un mundo en transición hacia lo multipolar
- La disputa entre Estados Unidos y China, que empezó en 2018 con aranceles por más de 300.000 millones USD, evolucionó en 2022 hacia una guerra tecnológica con restricciones a empresas chinas y tensiones en semiconductores y energía.
- La tregua parcial firmada en mayo de 2025 calmó expectativas, pero abrió paso a un ciclo geoeconómico donde potencias emergentes como China e India ganan fuerza en producción e influencia.
Colombia: entre dependencias y nuevas posibilidades
- Estados Unidos y China dominan la balanza comercial colombiana. En 2024, las importaciones desde China llegaron a 15.000 millones USD, mientras las exportaciones apenas sumaron 2.400 millones.
- Por otro lado, EE.UU. sigue siendo el principal destino de las ventas externas, concentrando más del 29% de las exportaciones colombianas.
- Esta situación deja claro el reto: Colombia debe diversificar sus mercados y reducir su dependencia estructural, capitalizando la oportunidad que brinda el nearshoring para modernizar su industria y ganar poder de negociación.
Impacto sectorial: luces y sombras
- La industria tecnológica colombiana sintió el golpe, con mayores costos por la dependencia de insumos chinos.
- En agroindustria, el café abrió mercado en China, pero el maíz sufrió por la volatilidad global.
- El sector textil incrementó exportaciones hacia EE.UU., pero enfrentó competencia interna por prendas asiáticas más baratas.
Nearshoring e inversión asiática: oportunidad en construcción
- La inversión china en Colombia sigue siendo modesta (114 millones USD entre enero y septiembre de 2024), pero muestra un claro interés en infraestructura y tecnología.
- El fenómeno del nearshoring —reubicar empresas en Latinoamérica para exportar a EE.UU. sin los costos arancelarios de origen— representa una puerta para que Colombia se posicione como destino estratégico.
La Ruta de la Seda: ¿motor o riesgo?
- El acuerdo que firmó Colombia con China en mayo bajo la Iniciativa de la Franja y la Ruta abre posibilidades en infraestructura, telecomunicaciones y agroalimentación.
- Se prevé duplicar las exportaciones a China y recibir transferencia tecnológica en trenes de alta velocidad, redes 5G y energías renovables.
- Sin embargo, esto trae desafíos: posibles altos niveles de endeudamiento y proyectos con menor transparencia que los financiados por organismos multilaterales.
“Colombia debe avanzar con visión estratégica, equilibrando su relación con EE.UU. y China, mientras explora nuevos mercados para fortalecer su autonomía”, concluye Marco Restrepo, Analista de Información de Solunion Colombia.